viernes, 14 de noviembre de 2014



¿Es una sensación o realmente sucede? Somos víctimas, mientras, los delincuentes caminan muy sueltos de ropa y con la conciencia tranquila por la vida. 
Las leyes en vez de proteger a quienes laburamos para sacar el país adelante, protegen a los que lo están jodiendo y se llenan los bolsillos a nuestra costa.
Un secuestro virtual llegó a mi vida y desde ese momento, como cualquier ruptura, no volvés a recuperarte, ni a ser la misma persona que sos. Un simple llamado de teléfono implica temblar porque del otro lado puede haber un malparido que no tiene otra cosa que hacer que andar embromando a los en cierto modo intentamos llevar una vida normal. 
La persona que lo hizo, ni piensa que en esa casa puede existir una persona enferma, que ese tipo de noticias la puede matar o dejar mal.
Son infinitas las hipótesis que dan como resultado que fue una llamada al «boleo» y que por suerte, no llegó la sangre al rio. 
Ahora hay que tomar más recaudos y seguramente van a pagar justos por pecadores. La vida es así. Al menos en este país donde se insulta gratuitamente, se gana sueldos miserables y no se tiene el respeto por nada, ni nadie; entonces, cuando llegue el momento de realizar el deber ciudadano ¿democrático? de votar. Recién uno tiene que pensar qué gobernantes quiere para su país. Los que se postulan no son una clave para mejorar. Y mejor ni hablar de los que hoy ocupan cargos sin realizar nada para cambiar. Negar la realidad parece ser el secreto de estas personas. Muchos pasamos por situaciones de inseguridad. Entonces ¿crees que ellos lo van a solucionar?