Parece que lo bueno dura poco o al menos es lo que a mí me pareció de estas vacaciones. Estoy nuevamente frente a la computadora del trabajo.
Fui unos días a Mendoza.
Acá me ven navegando en un catamarán por el Athuel, el agua es de un color azul, turquesa. Un día nos tocó para esa excursión ¡espectacular! Lástima que los seres humanos no entendemos a la naturaleza. ¿Por qué somos sucios? En tan bello lugar, no podía faltar los residuos de botellas plásticas descartables.
Ahora tengo que retomar la rutina nuevamente, lo que más pesa es el primer día, después, la adaptación viene fácil... Bueno, eso creo yo.
1 comentario:
Emilde que lindo lo habras pasado, este año tuve que postergarlo, pero el próximo es Mendoza!!!
Besitos,
Publicar un comentario